lunes, 6 de diciembre de 2010

Tomemos unos mates

Las bombillas no son todas iguales
ahora lo sé
y el agua que me quemaba siempre
un día dejó de hacerlo
la yerba era un polvo verde
y me caía mal a la panza
los mates, unos agujeros negros
donde se perdió mi materia
y ahí mismo en su fondo barroso
cada mañana, todos los días
se fue creando un mundo inocente
inocente y dulce
un vacío del tiempo
un big bang
un hueco que duró poco más que un sorbo
el humo de la pava me avisaba
me avisaba
me avisaba
pero ya era tarde

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