lunes, 20 de septiembre de 2010

Soy leyenda

- Sal, Neville, sal!!!
Ben Cortman escorchaba la paciencia de Robert Neville en la brillante novela de Richard Matheson que Hollywood hizo pedazos primero con el depilado Charlton Heston (The Omega Man, 1971) y después con el ex-cómico Will Smith (I’m Legend, 2007).
- Sal, Neville, sal!!!
Un tipo parecido a Ben Cortman tira piedras a la ventana de mi casa. Quiere llamarme la atención. Quiere que yo sea su amigo. No soy una persona amigable. No, no lo soy. Si fuera por mí, viviría como un ermitaño en el medio de una montaña, sin caminos de acceso, sin nadie cerca. Me molesta la gente, esos zombis que andan por todos lados. No entiendo sus comportamientos, sus gustos, el sentido estético. Me estoy quedando afuera.
Creo que soy un hombre normal y cuando digo esto, pienso que todos deben decir lo mismo de sí mismos. Y que la normalidad la define cada uno desde su ombligo y no es de buen cristiano imponerse. Pero ¿qué pasa? Casi casi lo normal es ser un zombi, están por todos lados. Trato de pasar desapercibido y, cuanto más lo intento, más brillo como la luz mala. Me están echando.
Vienen zombis, dice Wallas y tiene razón. No entiendo a mi novia y no arranca mi walkman. Estoy leyendo a Pessoa. Un viaje en el tiempo, una teletransportación. Quiero hacerme amigo de él, tomar una cerveza en una plaza de Lisboa, trasnochar en la Brasileira. Tiraría piedras en su ventana, me convertiría en el pesado de Ben Cortman.

Pronto voy a ser leyenda.

3 comentarios:

  1. digale NO al pesimismooooo!
    t sigo hila ;) groso, como siempre!

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  2. Yo quiero ser zombi como Bill Murray en Zombieland.

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  3. A mí me gustan las historias de zombies. Mi sueño es ser zombie antes de morir. No, perdón: después de morir.

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